15 octubre 2006

La fuga (de la cárcel)
No estaba a gusto en la carcel. Me daba un nosque-que-queseyo. Y los guardias eran muy quisquillosos, en particular estaban muy empeñados en no dejarme salir. Ni siquiera a recoger una pelota si se me encana por encima del muro. La gente también era algo desagradable por allí. Había asesinos, secuestradores, malvados, locos psicópatas y terroristas cuánticos (bueno, sólo yo).

Mi compañero de celda era un tipo bajito. Se llamaba Tomillo. Me contó su historia. Al igual que yo, fue encarcelado injustamente.

Resulta que se dedicaba a rapar perros. Era rapador de perros profesional, de los mejores. Te rapaba los perros con maquinilla, con tijeras, a tirones... bueno, un aunténtico fenómeno. Me contó que le hicieron un artículo en el telediario, justo después de la historia de la mujer que pelaba patatas de 3 en 3.

Un día le llevaron un gato. Se negó a raparlo repetidas veces, no era su especialidad y podía hacer un estropicio. El dueño insitió, después de todo tampoco se diferencian tanto los gatos de los perros. Tomillo entonces se preguntó si debería. Por otra parte, resultaba una ampliación de negocio considerable. Su reputación como rapador de perros podría verse ampliada a rapador de gatos y perros. Ya veía la fama, la gloria y los reportajes del telediario. Aceptó, pero primero debía estudiar el tema. Se leyó varios tratados sobre gatos, anatomía, vida y obra. Cuando se sintió preparado, se puso manos a la obra. Cogió la maquinilla, y comenzó el tan aclamado proceso por el que tanta gente le tenía en estima.

No salió bien del todo. Por la tarde llegaron los bomberos al lugar para evacuar la zona. No pudieron llegar antes, debido a que varios aviones se estrellaron por la zona por culpa de una desincronización del sistema de control aéreo. Las llamas afectaban a 5 manzanas. Encima, la maquinilla había causado grietas en 6 calles y destruyó el alcantarillado local. Los bomberos debían andar con paraguas, porque llovía lodo fanagoso (mierda) de las fugas de la alcantarilla. El hecho demostraba que nunca se debe rapar aquello que no conoces bien.

Después de arreglar el estropicio, se recuperó el gato y se devolvió al dueño.
El dueño denunció a Tomillo por devolución de gato incompleto. La ciudad denunció a Tomillo por caos y destrucción generalizado. El gato denunció a Tomillo por pérdida de apéndices corporales varios.

Pobre Tomillo, realmente no se lo merecía. Además, siempre me aseguraba que el gato no estaba bien, que le faltaban dos costillas y por eso se equivocó. Su odio y enfado hacia los gatos le hizo decidirse por fugarse conmigo.

La altura de Tomillo sería una buena ventaja de cara a fugarnos. Nos pusimos manos a la obra.

Primero necesitabamos mucho ácido para ir rompiendo cosas que se nos pusieran por delante. Gracias a mis cursillos de química, esto no era problema. Reuní pasta de dientes, pollo frito y azúcar. Los mezclé bien y salió ácido sulfúrico. Me lo guardé en el bolsillo.

Por la noche, comenzamos con el plan. Nada podía fallar. Eché un poco de ácido en las barras de la celda hasta que rompí un barrote. Tomillo y yo salimos afuera. Miramos a la izquierda, y no había nadie. Miramos a la derecha, y había un guardia. Bueno, los guardias no entraban en mis planes, no puedo tenerlo todo en cuenta.

- ¡Eh, quién eres tú!
- Hombre, hola. ¿Qué tal?
- ¿Qué hacéis fuera de vuestra celda?
- ¿Pero es que no te acuerdas de mí?
- No.
- Claro, siempre has tenido problemas de memoria.
- ¿Cómo? Yo no recuerdo eso.
- Normal. Últimamente estás empeorando, Manolo.
- ¿Manolo? Yo me llamo Godofredo.
- Vaya, estás peor de lo que esperaba.
- Y cómo es que lleváis el uniforme de los presos?
- Manolo, ¿ya no te acuerdas? Éste es el uniforme de los guardias.
- ¡¡Pero si yo no lo rec... !! Ya veo... tengo que ir al neurólogo.
- Claro Manolo, ya te lo he dicho mil veces.

A todo esto, Tomillo ya no estaba. Sonó la alarma. Parece que Tomillo había conseguido fugarse. Manolo salió corriendo. Yo lo seguí. Todos los guardias, los perros y los caballos salieron a buscar al fugado. Los demás guardias se extrañaban de verme con Manolo.

- Godofredo... ¿quién es este?
- No me acuerdo, parece que viene conmigo.

En un momento de descuido, me escondí tras un árbol y me escapé. Más tarde, Tomillo me contó que se escapó por el desagüe de la prisión. Era un tipo bajito.

Al día siguiente, fuí al juzgado a formalizar mi fuga, y me convertí oficialmente en ciudadano libre. Por fín. Volví a la prisión, y recuperé mi pelota. A ver qué se creían.

9 comentarios:

Anonymous Anónimo profirió...

Bastante mejorable en comparación al anterior, pero bien

26/10/06 23:02

 
Blogger Unknown profirió...

¿Pero que dices? sigue en la linea, me he reido bastante. A ver pa cuando la siguiente paranoya XD

27/10/06 01:31

 
Blogger Hito profirió...

No es culpa mía, he sido coaccionado.

27/10/06 11:45

 
Anonymous Anónimo profirió...

Hito, ahora si que me lo he leido todo de cabo a rabo y puedo decirte que me parece genial.

Por mucho que te insista la gente escribe sólo cuando te apetezca porque siempre te van a pedir más y más y es mejor que escribas con ganas.

Creo que de momento es el mejor consejo que puedes tener, aunque no te desfases mucho que estas creando un público. Chuck, yo y la torre de los buenos estamos contigo.

29/10/06 01:23

 
Blogger SPaNKeR profirió...

achoacho xD ya te he dado tema para tu proxima release. La espero con impaciencia ^^

30/10/06 14:56

 
Anonymous Anónimo profirió...

A ver para cuando tu plan para cuando ocurra la invasion zombie y tu teoria sobre los fantasmas y los espectros XDDDDDDDDDD

2/11/06 19:28

 
Anonymous Anónimo profirió...

Muy bueno xDDD

28/3/07 13:45

 
Blogger Hito profirió...

HUY QUE SUERTE, CON EL INTERÉS QUE TENGO EN ##KEYWORD## Y TEMAS RELACIONADOS.

HALE, CAPTCHA HABILITADO.

30/3/07 14:32

 
Anonymous Anónimo profirió...

Mira que eres vago Hito, hace un monton de tiempo que no continuas el blog xDDDDDDDDDDDDDDDD

3/4/07 21:52

 

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